Mes: noviembre 2015

¿Podré ser un buen DUAL?

¿Podré ser un gran DUAL? ¿Daré la talla? ¿Decepcionaré a quienes han apostado por mí? Todas estas son preguntas que me he estado realizando día tras día desde que se me propuso la posibilidad de ser un alumno DUAL. Al principio, la idea era sumamente atractiva por lo que ello concierne, pero no me veía capaz de afrontar ese reto. Tras varias semanas y con la posibilidad aún en el aire, tomé la decisión: ¡QUIERO SER DUAL!

Soy consciente del reto y el sacrificio que ello me puede suponer, pero realmente y, después de mucho valorar los pros y los contras, la balanza se inclinaba claramente hacia un lado. He de decir, que tanto mi profesor de Comunicación y Atención al Cliente, como una compañera de clase, la cuál también se ha decidido por esta modalidad y que en gran medida ha tirado de mí, han sido fundamentales en la toma de esta decisión.

Sobre si seré un buen DUAL o no, solo el tiempo lo dirá. Lo que sí se es que en ilusión, compromiso y esfuerzo, no me va a ganar nadie. Sé muy bien de mis posibilidades y sé también que puedo dar la talla. Una persona sin ambición y sin confianza en uno mismo difícilmente conseguirá lo que se proponga en su vida. No soy de esas personas.

Después de los primeros días con la nueva perspectiva en mente y viviendo en mis carnes lo que es el nuevo ambiente, soy aún más consciente de que puedo con esto y de que voy a trabajar muy duro para ganarme mi sitio.

Definitivamente, y después de mucho meditarlo, llegó la hora de dar un paso al frente y afrontar el reto de ser DUAL.